A veces la pregunta surge como una broma. Otras, como una apuesta. La mayoría, como una consecuencia lógica de que viajar un par o tres de semanas, durante las vacaciones, empieza a saber a poco.
«¿Y si lo hago? ¿Y si me voy a hacer un gran viaje?». Una vez surge, es difícil quitarse la pregunta de la cabeza.
Sin embargo, mucha gente no da el paso. ¿Qué es lo que se interpone en su camino? ¿Por qué quien sueña con hacer un viaje largo no se anima?
En esta mesa redonda hablaremos con personas que dieron ese paso. Compartirán cuáles eran sus miedos, qué les frenaba y qué les ayudó a tomar la decisión y hacerla realidad.