Marta se lanzó a dar la vuelta al mundo en solitario en 2015 cuando, después de pensárselo muchas veces, ya no fue capaz de aguantar más su sueño.

Este viaje arrancó casi de casualidad en Bangkok y desde allí recorrió varios países del sudeste asiático, tratando de coger siempre el menor número posible de aviones. Después dio el salto a Australia y Nueva Zelanda y, finalmente, a Sudamérica. Once meses después este periplo acabó de manera inesperada y con muchos países aún en el tintero, pero de manera feliz.

Marta regresó a España y a una vida convencional por un tiempo, aunque durante este primer gran viaje ya se había instalado en su cabeza una idea que no la abandonaría. En los meses que estuvo dando la vuelta al mundo se dio cuenta de que el cuerpo le pedía un modo de viajar cada vez más lento, más conectado a la tierra, más sostenible. Estando en Nueva Zelanda decidió que su siguiente gran viaje sería en bicicleta.

Así, años después, escapando del confinamiento, sacó del trastero la bici que tenía, compró unas alforjas y decidió cruzar Europa entera en autosuficiencia por la ribera del Mediterráneo, hasta llegar a Estambul. Bautizó este viaje como ¡Por Piñones!, creando un proyecto con el que recoger fondos para construir un vivero forestal y ayudar a repoblar un bosque quemado en la Sierra de Huelva.
Ocho meses y 8.000 km después llegó a su destino tras haber vivido el año más apasionante de su vida y haber recaudado el dinero necesario para crear el vivero.

En este viaje confirmó lo que ya había descubierto anteriormente: que lo mejor de los viajes es la gente que encuentras por el camino. En su ruta europea, como ya le pasó en su anterior viaje, fue ayudada y acompañada por multitud de personas, e invitada a dormir, además de en muchas casas, en escuelas, estaciones de bomberos, conventos…

A día de hoy sigue manteniendo contacto con muchas de las personas que conoció, tanto en este viaje, como en su vuelta al mundo.

Marta es periodista y traductora, aunque ya hace un tiempo que no se dedica a ninguna de estas dos cosas de manera profesional. Después de la pandemia decidió entregarse en cuerpo y alma a los viajes y ahora compagina sus escapadas personales con trabajos guiando viajes en grupo. Además, organiza ocasionalmente viajes de autor a destinos que le fascinan especialmente.


