En octubre de 2017 Víctor y Nadia volaron a Ciudad de México para cumplir un sueño de adolescencia: un viaje en furgoneta por Latinoamérica. En este viaje no se olvidaron de sus grandes pasiones: la astronomía, el arte y la montaña. Así que cargaron con un telescopio de 50 kg, dos mochilas de material de escalada y un pequeño estudio de fotografía, compuesto por sustancias químicas prohibidas en algunos de los países que visitaron. Porque les va la marcha.
Compartieron sus pasiones con gente local, a veces en museos, dando charlas astronómicas y observando con el telescopio; a veces en colegios, dejando con la boca abierta a los chavales, que veían cómo se revelaba una fotografía delante de sus ojos; y a veces en las paredes más recónditas de los Andes, conociendo hippies de aquí y de allá.
Un viaje sin hacer esos talleres habría sido más sencillo y más barato, pero los mejores recuerdos que se trajeron no salen en ninguna Lonely Planet.
Víctor es astrófísico de profesión y profesor vocacional y Nadia es gestora cultural y viajera empedernida. Les gusta la montaña, la naturaleza, observar el cielo, fotografiarlo, y dejar con la boca abierta a los jóvenes y adultos. A veces con un telescopio y a veces con un pincel. Antes de empezar el viaje pensaban que las bujías eran globos aerostáticos y los rodamientos, piezas de un reloj. Ahora son expertos mecánicos (vamos, que han aprendido a cambiar una rueda).