Hola, mundo: dos años viajando con un bebé

Hace seis años, Rubén y Lucía dejaron sus trabajos en el mundo de la publicidad para hacer un viaje de un año alrededor del mundo. A este le siguió otro de ocho meses por Asia. Ahora viajan en familia con su bebé Koke, que con dos años ya ha estado en Japón, China, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Argentina, Colombia, Sudáfrica, Suazilandia, Puerto Rico, Chile, Brasil, Cuba e Islandia. 57 vuelos y 134 camas diferentes.

A partir de su primer gran viaje empezaron a animar a todo el que tuviera el sueño de viajar más allá de las típicas vacaciones para que perdiese el miedo y se lanzase. Ahora tienen como objetivo acabar con todos los miedos y tabúes que existen alrededor del viaje con niños. Intentan dar armas a todas esas parejas que tienen un entorno complicado, inspirándoles y animándoles a través de vídeos, textos y fotos.

Lucía y Rubén están convencidos de que los beneficios de viajar en familia son muchos, tanto para los pequeños como para sus padres. Si de algo se han dado cuenta, es de que todo lo que vivieron viajando en pareja es lo mejor que pueden darle a su hijo ahora. Por eso, cuando nació Koke, prometieron regalarle el mundo. En eso están y de eso trata su charla. De lo que supone conocer el mundo desde cero. Desde el inicio. Haciendo que sea tu patio de juegos. El más grande y el más accesible a la vez. Su lema ahora: #hastalafelicidadsiempre

Lo que no sabían Lucía y Rubén, era que cuando compraron aquel primer billete a Beijing de solo ida, lo hacían sin vuelta a su vida anterior. Nunca tuvieron como objetivo vivir viajando. Su idea era hacer un viaje de un año y volver, pero por el camino se dieron cuenta de que era posible vivir viajando y así siguen ahora. De alguna manera, aquella profesión que tanto dolor de cabeza les daba y que les dio el empujón definitivo para tomar la decisión de irse, les ha ayudado a mantenerse «traviajando» todos estos años. El viaje les ha enseñado muchas cosas y les ha cambiado tanto por dentro, que aunque en su cabeza no estaba la idea de tener hijos, al viajar y conocer a familias viajeras, se animaron a traer al mundo un tercer compañero de experiencias.