Iván y Noli viajaban antes de tener niños. ¿Por qué no seguir haciéndolo con ellos? Desde que en 2011 nació Dhara, su primera hija, lo pusieron en práctica y empezaron a viajar en familia. En 2016 nació Kiram y cuando cumplió dos meses empezaron su último proyecto: pidieron una excedencia para hacer un viaje que les permitiera estar juntos, prescindiendo de rutas clásicas y guías de viaje, un viaje sin mucha planificación y disfrutando el momento.
Comenzaron el viaje visitando varios países de Europa. Volaron a China y siguieron por Japón, Taiwán y Malasia en Asia; Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Samoa en Oceanía; y Hawái, México, EE. UU., Canadá, El Salvador y Guatemala en América.
En Asia y Oceanía utilizaron transporte público, convivieron con locales, hicieron voluntariado y trabajaron a cambio de alojamiento y vendiendo artesanía y fotografías. En América compraron una furgoneta de 1977 que tardaron casi tres meses de restaurar y ponerla en condiciones. Era su nuevo hogar, que les permitía cocinar, dormir y trasladarse. Con ella viajaron desde Centroamérica hasta Alaska, haciendo un total de 46.000 km.
El viaje les permitió gozar un total de 772 días en familia. Se alojaron con más de 100 familias, han dormido en Iglesias, estaciones de tren, yurtas, hospitales, orfanatos, escuelas… Han conocido a miles de personas, multitud de culturas y lenguas. Tuvieron más de cuarenta averías en la carretera. Pero lo más importante es que este viaje ha proporcionado un montón de experiencias inolvidables a toda la familia y especialmente a sus dos hijos.